ABP

No se trata de hablar de innovación educativa sino de una forma particular de concebir el proceso de aprendizaje otorgando el valor al ser protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje; nuestros niños y niñas, nuestro alumnado.

Tal como se enuncia en las Instrucciones de 22 de Junio de 2015, de la Dirección General de Participación y Equidad, por las que se establece el Protocolo de detección, identificación del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo y organización de la respuesta educativa, ABP, o comúnmente conocida como “aprendizaje basado en proyectos” junto con el aprendizaje cooperativo se catalogan como metodologías didácticas favorecedoras de la inclusión.

Se trata de una “metodología activa” centrada en el aprendizaje, por lo que el protagonismo se concede al alumnado. Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje el alumnado planea, implementa y evalúa proyectos que tienen una aplicación práctica más allá de las aulas; se fomenta una aplicación real de lo aprendido en el entorno inmediato.

El hecho de disponer de un problema o proyecto real impulsa al alumnado a trabajar en equipo para buscar una respuesta y construir el conocimiento. ABP supone una integración del currículum oficial otorgando la asunción de responsabilidades del alumnado como parte activa del proceso.

Toman cuerpo experiencias atractivas de aprendizaje conectadas con la realidad que envuelve al alumnado y que precisan del desarrollo y la aplicación de actitudes, habilidades y conocimientos por parte del alumnado.

Las relaciones y, por ende, el enfoque comunicativo pasan a constituirse como base del proceso determinando un aprendizaje activo, un aprendizaje cooperativo y un aprendizaje del currículum integrado con sentido.

Se favorece la conciencia reflexiva del propio aprendizaje, la habilidad para planificar las estrategias necesarias, la toma de decisiones, las habilidades de comunicación, el trabajo en equipo, la creatividad y el razonamiento eficaz, la motivación, el pensamiento crítico, las habilidades para la auto-evaluación y co-evaluación, y el desarrollo de actitudes y valores que desembocan en un compromiso adquirido por una escuela que se construye con la colaboración de todos y todas.

El/la docente asume el rol de tutor/a, guía, co-aprendiz, mentor/a o asesor/a, nunca del rol de experto/a de un conocimiento que transmite de manera unidireccional para que el alumnado absorba, memorice y repita. En una sociedad en la que se accede al conocimiento con un solo clic la tarea primordial se centra en hacer que el alumno/a sea competente en el tratamiento de la información.

ABP se apoya en metodologías activas para desarrollar un proceso que establece etapas concretas como son el análisis del escenario del proyecto o problema, la definición del mismo, la lluvia de ideas, la confección del listado sobre lo que se sabe al respecto, el desarrollo del listado sobre lo que no se conoce, el diseño de los que se necesita para llegar a la consecución del proyecto planteado o a la resolución del problema, la obtención de información por diferentes vías y con el uso de distintos recursos y, por último, la presentación de resultados con una puesta en común que va más allá del uso exclusivo del examen como verificador de lo aprendido.

El error forma parte del proceso y no se vive con angustia porque la evaluación se interioriza como proceso hacia la mejora. Ya no se evalúa únicamente al alumnado por el/la maestro/a, sino que es el alumnado el partícipe de la evaluación del tutor/a, del proceso de enseñanza y de su propio proceso a través de la auto-evaluación y la co-evaluación entre pares.

ABP defiende los derechos del niño/a de ser escuchados, de ser agentes transformadores de su realidad, de ser partícipes en la construcción de su propio proceso de aprendizaje.

Encarnación Jurado Olmedo
Directora del CEIP Rectora Adelaida De La Calle – Equipo Directivo 2018/2022

error: Contenido protegido