Planes de Estudio

Siguiendo los niveles de concreción curricular, la normativa nos permite y nos obliga, dentro de la coherencia lógica de adaptar el currículum al entorno inmediato del Centro Educativo y del aula en concreta, a responder a las necesidades e intereses concretos del alumnado de nuestro Centro, de nuestra aula. Las programaciones didácticas de los diferentes ciclos del tramo de Educación Primaria y las propuestas pedagógicas de la Etapa de Educación Infantil se dibujan como los elementos planificadoras que se adaptan a esas necesidades e intereses.

Ese es el sentido lógico de la concreción curricular y, la demanda concreta que se hace al rol docente como diseñador/a del currículum y no como mero reproductor/a de un currículum ya diseñado para ser trabajado en cualquier realidad educativa sin adaptación ninguna al contexto, a las necesidades del alumnado.

La base que fundamenta el uso no exclusivo de la dotación de cheque-libro es la implementación de metodologías activas de ABP y aprendizaje cooperativo con elaboración de material curricular como parte del proceso de aprendizaje, a manos del alumnado, y con elaboración del material curricular como parte del proceso de enseñanza-aprendizaje, a manos del personal docente. La consulta a cualquier tipo de material impreso, incluido el libro de texto, forma parte del proceso pero no el uso de éste como medio conductor del propio proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que el recorrido de construcción del conocimiento utiliza diferentes técnicas, soportes e instrumentos de elaboración que tiene el soporte económico asignado a tal efecto.

El libro de texto no debe constituirse como el “esqueleto” del curso académico, como el elemento del diseño curricular común para todos y cada uno de los Centros, de realidades y necesidades diferentes, definiendo los contenidos y las actividades. Debemos hacer un tratamiento correcto en la secuenciación de los criterios de evaluación, de los contenidos, de forma que se adapte mejor a las necesidades e intereses de nuestro alumnado. Siguiendo la normativa legal al respecto, la temporalización, la profundidad en el tratamiento y la diversificación de actividades deben ser competencia del maestro o maestra dentro de su rol como elaborador/a del currículum siguiendo el desarrollo del mismo por niveles de concreción curricular.

El hecho de centrar la dinámica del aula en los intereses del alumnado, en sus necesidades, hace que el nivel de motivación aumente. La noción de libro de texto como aglutinador del conocimiento exclusivo debe dar paso a la noción de libro de texto como consulta entre una amalgama de fuentes que se ponen a disposición del alumnado desde técnicas de investigación y tratamiento de la información alejadas del trabajo meramente individual y de la clase predominantemente magistral. La contextualización del aprendizaje a la realidad inmediata del alumnado permite conectar el aprendizaje con la realidad vivida y trasvasarlo a la aplicación práctica cotidiana.

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